Especialista en Derecho Civil

Porque cuando se trata de tu dinero y tus derechos, no vale cualquiera.
En el día a día todos firmamos cosas: contratos, préstamos, acuerdos… Pero, ¿qué pasa cuando algo sale mal? Cuando no te pagan, cuando no puedes pagar, cuando te sientes atrapado por un banco o alguien incumple su parte.
Ahí es cuando necesitas algo más que un abogado. Necesitas a alguien que se implique, lo entienda todo por ti y lo resuelva.
Soy Pablo Tormo, abogado en Castellón, y trabajo para personas que no quieren perder el tiempo. Personas que quieren recuperar lo que es suyo, defender sus derechos y no dejarse pisar.
Cláusulas Abusivas y productos bancarios
¿En qué puedo ayudarte?
🔹 Reclamaciones de cantidad
¿Te deben dinero y se hacen los locos? Reclamaciones por impago, deudas entre particulares o empresas, préstamos no devueltos… Me encargo de que recuperes lo que te corresponde, sin rodeos ni burocracia que te maree.
🔹 Incumplimiento de contratos
Firmaste un acuerdo y la otra parte no cumple. Tú has hecho tu parte, pero ellos no. Aquí se acaba el “ya te pagaré” o “se me ha olvidado”. Actúo para que se cumplan los compromisos, por las buenas… o por las legales.
🔹 Cláusulas abusivas
Hipotecas, préstamos personales, contratos bancarios con letra pequeña. Hay cláusulas que directamente son un abuso. Y si están en tu contrato, las peleo. Desde comisiones injustificadas hasta condiciones que no se ajustan a ley.
🔹 Tarjetas revolving y productos bancarios
¿Estás atrapado en una tarjeta de crédito que parece una trampa sin salida? ¿Pagas y pagas pero la deuda no baja? Las tarjetas revolving y otros productos financieros mal explicados son más comunes de lo que piensas. Yo te ayudo a cancelar, negociar y liberarte de ese peso.

Tarjetas revolving
El 4 de marzo de 2020, el Tribunal Supremo lo dejó claro: los intereses cobrados por muchas tarjetas revolving son abusivos. Y si has tenido una, ya sabes por qué.
Pero… ¿en qué se diferencian de una tarjeta de crédito normal?
Muy sencillo: en cómo pagas y lo que te cuesta.
Con una tarjeta de crédito tradicional, lo que gastas en un mes lo devuelves el mes siguiente. Sin más.
Con una tarjeta revolving, el pago se aplaza y se divide en pequeñas cuotas mensuales. ¿El problema? Que mientras tú piensas que estás pagando, los intereses siguen subiendo. Y subiendo. Y subiendo…
El resultado: una deuda que no baja nunca, por mucho que pagues.
¿Y sabes por qué? Porque los intereses llegan a ser de hasta el 27%. Una auténtica trampa legal que ha dejado a miles de personas atrapadas durante años.
La buena noticia es que puedes reclamar.
Y si es tu caso, yo puedo ayudarte.